SI NO QUIERE VER, NO LE ENCIENDAS LA LUZ…

 UN ETERNO DOMINGO

Niestche dijo en su día ..."El origen de la filosofía está en el horror".
¿Cómo define Niestche el horror?... Como miedo, el miedo a la muerte.
Este encierro, lo interpreto como una clausura, en la nos podemos hacer conscientes a través de la limitación de nuestras fronteras de el concepto de finitud como seres vivientes.
La pandemia nos ha puesto unas limitaciones, de las que de algunas éramos inconscientes. Uno de los límites somos nosotros.... Somos mortales y podemos morir.
Al SER social, lo podemos observar desde dos perspectivas diferentes... Como una INDIVIDUALIDAD, es decir como individuos particulares, del apego al YO y al EGO.
O como una SINGULARIDAD, es decir como seres singulares, en los que somos una OTREDAD, es decir nos identificamos con el "otro".. Somos capaces de "ver" al" extraño ", al extranjero, al vecino...lo que nos rodea.. El planeta.. Al que está fuera del" hogar " y de nosotros mismos.
Curiosamente la palabra" hogar ", deriva del griego, de la palabra OIKOS, en ella se unifican los bienes y las personas, es decir la economía y la casa con sus componentes. Si bien en su concepto original, la economía se entiende como un servicio al otro, al que nos visita y no a lo propio. O dicho de otra forma, hay un diálogo entre lo privado (hogar) y lo público (sociedad). De lo que deducimos que la responsabilidad del ciudadano es lo "OTRO" .
En estas divisiones del SER, se observa que la acentualidad del "YO" , tiende a una cierta misantropía y que la singularidad nos reconcilia con nosotros mismos, con el ser humano y con el planeta, al sentirnos como seres abiertos, creativos y en expansión.
En "Ser y tiempo" Martín Heidegger, estudia estos 2 parámetros del individuo, haciendo de este estudio, su principal obra.
Siguiendo su línea, que viene a propósito de la situación actual, vemos el concepto de la "temporalidad del tiempo" y nos preguntamos.. ¿Qué hacemos con el tiempo?... Ahora mismo nos da la sensación de que tenemos tiempo de más, dentro de la subjetividad.
Esa subjetividad de la percepción del tiempo, "nos" ha cambiado... Pues nos han cambiado los parámetros, las normas, los códigos de conducta.... Se nos ha interrumpido la "linealidad" del tiempo.
Hemos sentido el tiempo como un "ente" productivo y ordenador, controlado por un reloj... Ahora el reloj nos sobra... Ya no importa. Con lo cual se nos abre una puerta para hacer con el tiempo lo que queramos.
Para el individuo productor, capitalista, neoliberal, consumista... Esto es perder el tiempo... "El tiempo es oro y hay que aprovecharlo".. "tiempo perdido"..
Aunque si bien es cierto, en cierta forma, todos estamos buscando como aprovechar el tiempo para compensar el tedio, rellenando ese vacío de tiempo, pues el tiempo nos ha desbordado y la "cuarentena" se nos hace interminable.
Perder el tiempo, nos hace caer en el abismo del SER para encontrarnos... Con lo que si nos planteamos esta situación actual, nos puede ser positiva esta pérdida y sacar conclusiones de la realidad vivencial.
Al romperse una linealidad temporal, todos los proyectos.. El futuro incierto ... y que no nos podamos programar proyectivamente, nos podríamos y deberíamos plantear el aprovechar para conectar con nosotros mismos y con el "otro" .
La conjunción de lo que "somos" y el tiempo, en este "domingo eterno", nos abre la ventana a una existencia, a un futuro como proyecto existencial, del que va a depender la consecuencia de una actitud actual.
Estamos en un punto de "inflexión" planetaria y social, de nosotros, de nuestras decisiones actuales, depende en gran medida un "porvenir" mejor o peor.
SEAMOS CONSCIENTES Y CONSECUENTES.